En la boca del lobo (Libre)

Ah, la Bella Italia. Era un lugar bonito, eso no se podía negar, pero era el lugar donde estaban mis enemigos.
Estaba en la plaza de San Marcos, un sitio enorme , que poseía un encanto natural , antiguo.

¿Y qué hacía yo allí? Esa era la pregunta que posiblemente muchas personas me harían.
Bueno, había una fácil respuesta : ABURRIMIENTO.
Cualquier persona normal cuando se aburre busca entretenimientos como irse de fiesta o tal vez una noche de caza.
Pero no, yo no era normal. Yo no podía conformarme con una mera noche de fiesta. Yo tenía que meterme en la boca de lobo.

Y es que el castillo de Drácula me aburría soberanamente. Y tampoco tenía a Stefan por allí para entretenerme.

Mis tacones resonaron en el silencio de la noche. No había casi gente, excepto por algún grupo de jóvenes que se fumaba hasta sus neuronas.
Sus ojos parecían desencajarse al verme. No los culpaba. Los muy necios no estaban preparados para la verdadera belleza.

Me acerqué a una fuente y quedé un poco en las sombras, pensando si ir al castillo de los Vulturis o simplemente pasearme por ahí.
Estaba sumida en mis cavilaciones cuando escuché un leve sonido...